Cuento nocturno: "La ratóncita Vivi"

La ratóncita Vivi vive en una pequeña casita en la calle Arenal de Madrid.

Esta casada con el archiconocido Ratóncito Pérez, que como todo el mundo sabe, se dedica por las noches a recoger los dientes de leche de los niños, y a dejarle a cambio dulces y alguna moneda.

La ratóncita Vivi estaba harta del trabajo de su marido.

Nunca estaba por las noches, y como se pasaba durmiendo todo el dia, nunca la sacaba a bailar a la Joy, que esta enfrente de su pequeña casa.

Aparte de por esto, la ratóncita Vivi tenia la casa llena de dientes de leche, y veía como su cuenta bancaria se iba reduciendo, al ser su marido un poco derrochador a la hora de dejar las propinas a los niños..

Ella con los dientes, hacia collares que intentaba vender los domingos en el rastro madrileño, pero que la gente no compraba, ya que los dientes de los niños estaban picados por los dulces y la bollería industrial que consumían.

Un dia pensando, la ratóncita Vivi tuvo una genial idea. Con la excusa de no estar sola por las noches, le propuso a su marido acompañarle todas las noches,visitando todos los hogares de los niños, que durante el dia habían perdido alguna pieza dental..

A su marido le parecío genial, ya que así le ayudaría a llevar los dulces y el dinero a los niños, y por otro lado,también le ayudaría a la hora de transportar todas las sacas de dientes a casa..

Pasadas unas semanas, el ratóncito Pérez empezó a notar cambios en su casa: su mujer le ponía el mejor de los quesos, en vez del de marca blanca que solían tomar, e incluso un dia se pego un susto de muerte cuando al llegar a su casa, en vez de ver como su mujer barría con la escoba su casita, un "monstruo" redondo que deambulaba de un lado para otro, se le echaba encima, casi aspirandole el rabo al pasar....

Al ratóncito Pérez no le cuadraban las cuentas y pensaba que su mujer se había vuelto loca e intentaba vivir "por encima de sus posibilidades"...

Una noche, el ratóncito Pérez le dijo a su mujer que no se encontraba bien y que si podía sustituirle a la hora de recoger los dientes.. Su mujer por supuesto le dijo que no había problema..

El ratóncito siguió a su mujer hasta la primera casa, y cual fue su sorpresa, cuando vio como su mujer, en vez de ir a la habitación del niño en cuestión, iba a la de los mayores, sacaba un cincel, y mientras dormían, se dedicaba a sacarles sus colmillos de oro y se los llevaba.

El ratóncito Pérez aterrado volvió a su casa y se hizo el dormido. Por la mañana con la excusa de comprar que so, la ratóncita se ausento de casa, siendo seguida de cerca por el ratóncito.

Cual fue su sorpresa, cuando la vio entrando en la tienda de "Compro Oro" de Puerta del Sol, donde diariamente vendía las piezas...

Cuando la ratóncita llego a casa, el ratóncito la estaba esperando furioso para pedirla una explicación..

Ella ante la pregunta de porque lo hacia, hiperterrita le contesto: mira cariño, eres todo un currante, pero tienes espíritu comercial cero, estoy harta de no llegar a fin de mes y de comer las chuches ( o los chuches) caducadas de los niños, que vamos a tener un problema con el azúcar cualquier dia de estos.
Además, si nos denuncian, seguro que no nos van a pedir responsabilidades, ya que vivimos en un pais de "panderatoncillos"...

Y púta ratona la ultima...

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