Érase que se era una princesa que vivía en una montaña rusa.
Si, hábeis escuchado bien.. En una montaña rusa.. Pero no una montaña en los países rusos, sino en una montaña rusa del parque de atracciones de Madrid..
La princesa se pasaba todo el día y toda la noche subiendo y bajando de la montaña rusa.. Por el día acompañada y de noche sola...
Su vida era un vaivén continuo..
La gente cuando la veía subiendo todo el rato en la montaña rusa vestida de princesa, la aplaudía, porque se pensaban que era parte de la atracción, y todo el mundo se quería sacar fotos con ella.. La elogiaban tanto y la piropeaban tanto, que tanto piropo alimentaba su particular ego.
Pasaron los años, y a la princesa rusa cada vez la costaba mas llevar ese ritmo de vaivenes, y miraba con recelo , a los que tranquilamente montaban en los caballitos... Pero ella como era la princesa "rusa" no queria cambiar de atracción..
Había veces que la costaba tanto acabar el día, que no sabia que tenía mas revuelto, si su estomago o sus hormonas...
Un día, desde lo alto de la montaña rusa, la princesa atisbo a un príncipe de mandíbula cuadrada, manos y pies grandes y con una amplia sonrisa...
También vio, como todos los niños corrían desde la montaña rusa hacia el "príncipe" de blanca y destelleante sonrisa, abandonándola a ella....
La princesa empezó a sentir como su vida perdía sentido.. Y en cuanto se bajo de la atracción fue corriendo para ver quien era....
Cuando llego al tumulto y después de saltar por encima de todos los niños congregados allí, empezó a gritar: "no os acerquéis a el, es Bob esponja y es gay!!! Y que sepáis que yo no soy una princesa rusa coño.. Que soy ucraniana!!!!
Moraleja: si el hacer de tu vida un vaivén te vuelve patética, redirécciona tu vida antes de que sea demasiado tarde y te metas con esponjas parlantes que van en pantalones cortos..y que encima, entretienen a los mas pequeños..:-)
Si, hábeis escuchado bien.. En una montaña rusa.. Pero no una montaña en los países rusos, sino en una montaña rusa del parque de atracciones de Madrid..
La princesa se pasaba todo el día y toda la noche subiendo y bajando de la montaña rusa.. Por el día acompañada y de noche sola...
Su vida era un vaivén continuo..
La gente cuando la veía subiendo todo el rato en la montaña rusa vestida de princesa, la aplaudía, porque se pensaban que era parte de la atracción, y todo el mundo se quería sacar fotos con ella.. La elogiaban tanto y la piropeaban tanto, que tanto piropo alimentaba su particular ego.
Pasaron los años, y a la princesa rusa cada vez la costaba mas llevar ese ritmo de vaivenes, y miraba con recelo , a los que tranquilamente montaban en los caballitos... Pero ella como era la princesa "rusa" no queria cambiar de atracción..
Había veces que la costaba tanto acabar el día, que no sabia que tenía mas revuelto, si su estomago o sus hormonas...
Un día, desde lo alto de la montaña rusa, la princesa atisbo a un príncipe de mandíbula cuadrada, manos y pies grandes y con una amplia sonrisa...
También vio, como todos los niños corrían desde la montaña rusa hacia el "príncipe" de blanca y destelleante sonrisa, abandonándola a ella....
La princesa empezó a sentir como su vida perdía sentido.. Y en cuanto se bajo de la atracción fue corriendo para ver quien era....
Cuando llego al tumulto y después de saltar por encima de todos los niños congregados allí, empezó a gritar: "no os acerquéis a el, es Bob esponja y es gay!!! Y que sepáis que yo no soy una princesa rusa coño.. Que soy ucraniana!!!!
Moraleja: si el hacer de tu vida un vaivén te vuelve patética, redirécciona tu vida antes de que sea demasiado tarde y te metas con esponjas parlantes que van en pantalones cortos..y que encima, entretienen a los mas pequeños..:-)
Jajajjaja genial la moraleja, ¿y no está hecha nuestra vida de vaivenes?, bueno espero que dentro de lo patético que pueda llegar a ser, lo sea pero poco jajajaj. Un beso Mauricio. Este se lo cuento a Eva, veras que si.
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